Estrés, ansiedad o desmotivación no son solo cuestiones personales, esto afecta directamente a la productividad, la comunicación y la innovación dentro de una organización.
Sin embargo, la mayoría de las acciones que se implementan siguen siendo superficiales. Talleres aislados, charlas puntuales o campañas de concienciación con la finalidad de hacer por hacer. Lo que las empresas realmente necesitan son experiencias de aprendizaje que transformen la forma en que las personas se entienden a sí mismos y se relacionan con su entorno laboral.
El Gran Viaje, la propuesta formativa de Vértice Learning, surge precisamente para cubrir ese vacío. Es un recorrido narrativo y vivencial donde cada profesional se convierte en el protagonista de su propio proceso de autoconocimiento. A través de seis etapas, el participante explora su interior, fortalece sus relaciones y aprende a mantener el equilibrio entre bienestar y desempeño.
Más que una formación, es una experiencia emocional que convierte la salud mental en prioridad posicionando estratégicamente a la empresa frente a la competencia y no solo en productividad.
¿Por qué la salud mental es hoy una prioridad empresarial?
Las empresas ya no pueden separar el rendimiento del bienestar. El estrés y la ansiedad son las principales causas de baja laboral en España y uno de los factores que más impactan en la productividad y rotación del talento.
Un equipo emocionalmente equilibrado toma mejores decisiones, se comunica con más claridad y mantiene la motivación incluso en entornos de alta presión. Por el contrario, la falta de gestión emocional genera conflictos internos y pérdida de foco. En un mercado que exige adaptabilidad, la estabilidad psicológica de los equipos es un activo, no algo secundario que “ya mejoraremos”.
¿Cómo afecta esto a los responsables y altos cargos?
Los líderes también están redefiniendo su papel. Ya no basta con dirigir tareas, ahora deben aprender a escuchar, empatizar y acompañar. La nueva gestión de personas implica comprender los factores que afectan al estado emocional de los equipos y fomentar entornos seguros donde se pueda hablar abiertamente de bienestar y carga mental.
Formar a los responsables de equipo en habilidades como autoconocimiento, regulación emocional o mindfulness es el primer paso para construir un clima laboral saludable. Sin ese cambio, cualquier inversión en productividad se queda a medio camino. De nada sirve mejorar herramientas y procesos si luego tus trabajadores cargan con un lastre.
Las carencias de la formación tradicional en soft skills
Durante años, la formación en habilidades blandas se ha limitado a sesiones teóricas o a cursos estandarizados con poca conexión con la realidad emocional del trabajo diario. Se enseña qué hacer, pero no cómo vivirlo. Y esa distancia entre conocimiento y experiencia es la que impide que los equipos integren lo aprendido en su día a día.
Muchos programas se centran en transmitir conceptos de liderazgo o comunicación sin atender al componente interno como la gestión del estrés, la autopercepción o la empatía real. El resultado son formaciones que inspiran durante unas horas, pero no generan cambio. La desconexión emocional anula el impacto formativo.
La formación tradicional también suele obviar algo esencial: la mente no aprende bajo presión. Cuando las personas sienten que deben “actuar bien” o “responder correctamente”, desaparece la autenticidad y con ella la posibilidad de transformación.
En un entorno laboral que exige resiliencia, flexibilidad y colaboración, aprender sobre salud mental no puede ser un ejercicio teórico. Requiere experiencias inmersivas, vivenciales, que permitan experimentar, reflexionar y aplicar. Esa es la diferencia entre saber sobre equilibrio y vivir en equilibrio.
El Gran Viaje: una nueva forma de aprender sobre salud mental
«El Gran Viaje» responde a esta necesidad cambiando por completo el enfoque. No es un curso académico tradicional, sino una experiencia formativa diseñada como un viaje narrativo interior. Su objetivo es unir el equilibrio personal con el buen hacer profesional, fomentando la salud emocional y un rendimiento sostenible.
La transformación se logra a través de tres pilares que lo diferencian de cualquier formato convencional:
1. La narrativa como herramienta de transformación
El aprendizaje se articula como un viaje con una narrativa inmersiva. En lugar de enfrentarse a un temario, cada participante crea su propio personaje o avatar.
Este personaje es la herramienta pedagógica central. Actúa como un «escudo y espejo» que proporciona seguridad emocional. Permite al profesional proyectar dudas, miedos o fortalezas y ensayar soluciones sin sentirse juzgado o expuesto. Esta distancia crítica facilita la objetividad y la reflexión honesta, algo que la formación teórica no puede lograr.
2. El recorrido del autoconocimiento al mindfulness
El programa se estructura en seis módulos clave que guían al participante a través de tres etapas:
- Viaje al centro (Descubrimiento interior): Es la primera fase, centrada en limpiar bloqueos internos. Comienza con el Autoconocimiento , avanza hacia la gestión de la Vergüenza y la ansiedad y proporciona herramientas para la Gestión del estrés.
- Viaje al espacio (La relación con el mundo): Con una base interna sólida, el viaje se dirige hacia la relación con los demás. Esta etapa desarrolla la Inteligencia emocional , permitiendo al personaje identificar y comprender las emociones ajenas , y la Interacción personal , donde se practican la escucha, la asertividad y la empatía.
- Vuelta a la tierra (El presente): Es la etapa final de integración. El Mindfulness se presenta como la herramienta transversal para conectar el mundo interior y exterior, permitiendo al profesional mantener el equilibrio en el día a día.
3. El resultado es un manual personal de trabajo
La experiencia no se evapora al cerrar la sesión. A medida que el participante avanza, construye un manual personal único. Este documento se llena de reflexiones, ejercicios y, fundamentalmente, planes de acción personales aplicados a su realidad laboral.
Este manual otorga al empleado la «propiedad de aprendizaje». No es un apunte genérico, es su propia obra , una guía de consulta práctica que puede utilizar meses o años después de la formación para gestionar situaciones de presión.
Beneficios reales para la empresa y sus equipos
La implementación de un programa de bienestar corporativo como «El Gran Viaje» es una inversión favorable. Los datos de la industria validan la conexión directa entre la salud emocional y los resultados de negocio.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las empresas pueden obtener un retorno medio de 4 euros por cada euro invertido en programas de bienestar mental, gracias a la mejora de la productividad y la reducción del absentismo.
Los beneficios de esta experiencia formativa se reflejan en distintos niveles de la organización:
Reducción del estrés y mejora del clima
El programa proporciona a los empleados herramientas prácticas y aplicables en su día a día para gestionar la ansiedad y la presión. Esto tiene un impacto directo en el ambiente de trabajo. Según el INSST (2024), las organizaciones que integran programas de salud emocional registran un 30% menos de bajas por estrés. El resultado es un equipo más seguro, empático y comunicativo, lo que mejora significativamente el clima laboral general.
Aumento de la productividad y el rendimiento
El bienestar no es contrario a la productividad, es su fundamento. El informe «State of the Global Workplace» de Gallup (2024) muestra que los empleados con un alto bienestar emocional son un 21% más productivos. Al desarrollar el autoconocimiento y la resiliencia , los equipos mejoran su capacidad para tomar decisiones equilibradas bajo presión.
Retención de talento e innovación
En el mercado laboral actual, el bienestar es un factor decisivo. Un estudio de Deloitte (2023) indica que el 60% de los trabajadores jóvenes prioriza la salud mental sobre el salario. Las empresas con programas sólidos en este ámbito pueden reducir la rotación de personal hasta en un 50%.
Además, la formación en inteligencia emocional y mindfulness impacta en la innovación. McKinsey & Company (2022) confirma que los equipos que reciben esta formación incrementan en un 23% su capacidad de innovación.
Mayor engagement formativo
Uno de los principales problemas de la formación corporativa es la baja tasa de finalización. «El Gran Viaje» resuelve esto con su enfoque experiencial. La narrativa del viaje y el uso del personaje aumentan significativamente el engagement y la tasa de finalización en comparación con los cursos convencionales.
Cómo integrar esta experiencia en tu estrategia de formación corporativa
«El Gran Viaje» está diseñado para una implementación flexible y de bajo impacto técnico, asegurando que se adapte a la estructura existente de la empresa.
El programa se entrega en modalidad 100% online y autoaprendizaje , con una duración total aproximada de 25 horas repartidas en sus seis módulos formativos. Está disponible en castellano y se entrega en formato SCORM, lo que lo hace compatible con cualquier plataforma LMS (Learning Management System) que la empresa ya esté utilizando.
Además, el contenido es accesible desde cualquier dispositivo (PC, tablet o móvil), permitiendo a cada profesional avanzar a su propio ritmo.
Para las empresas en España, el programa es bonificable a través de FUNDAE, facilitando la justificación de la inversión. Vértice Learning puede gestionar directamente la bonificación si la empresa lo solicita.
La salud mental también se entrena
El bienestar emocional no es un estado pasivo, sino un conjunto de habilidades que se pueden desarrollar y fortalecer. Un equipo resiliente, empático y enfocado no surge por azar, se construye con herramientas adecuadas. Al invertir en estas competencias, la empresa no solo cuida de sus trabajadores, sino que fortalece su activo más importante para un crecimiento sostenible. Contacta con nosotros para iniciar El Gran Viaje hacia la productividad y bienestar.


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